¿Has querido alguna vez tener la sensación de volar? ¿Sentir que puedes dominar el paisaje desde lo alto? Pues precisamente son esas las percepciones sinónimas de FPV, acrónimo formado a partir de las palabras inglesas First Person View, es decir, Visión en Primera Persona. Es una tecnología que puedes ver principalmente en el mundo de las carreras de drones.
¿Cómo funciona la tecnología FPV?
Básicamente la tecnología FPV permite conectar la cámara de nuestro dron, de manera inalámbrica, con una pantalla receptora de la imagen. A tal fin, el dron deberá montar un emisor inalámbrico de vídeo (Tx) y el dispositivo receptor, a su vez, montará un aparato inalámbrico de vídeo (Rx), ambos con antenas.
Es la tecnología que usamos también para pilotar un dron a través de una pantalla o un dispositivo portátil (teléfono móvil o tableta), acoplados a nuestra emisora de control. No obstante, existe un tipo de gafas (Gafas FPV), que contienen una pantalla en su interior, y también montan antenas para recibir la señal de vídeo del dron, proporcionando una experiencia de vuelo inmersiva.
Es importante, además, eliminar la idea de que son gafas 3D o de Realidad Virtual (ni una cosa, ni la otra). Las gafas FPV, por el contrario, no necesitan del movimiento de la cabeza del usuario para proporcionar un entorno de inmersión en el vuelo de nuestro dron.
La tecnología FPV como medio de divulgación del Patrimonio Arqueológico e Histórico
Precisamente esta capacidad de sumergirnos en el vuelo de un dron que nos proporcionan las gafas FPV se ha convertido en el instrumento de divulgación más potente que tenemos en el Proyecto Arqueovuelos. Podemos explicar y comprender desde el aire un yacimiento arqueológico, acercarnos a menos de unos metros a detalles que no se aprecian desde el suelo y sentir la experiencia de viajar a vista de pájaro, mientras disfrutamos de nuestro Patrimonio Arqueológico con todo lujo de detalles.
En nuestra actividad Arqueovuelos In Situ, la inmersión visual se produce en directo, con la ventaja de estar al aire libre, cómodamente sentados mientras el dron vuela hasta un máximo de 500 metros de distancia sobre un castillo, una villa romana o cualquier otro tipo de yacimiento. De este modo también proporcionamos una mayor accesibilidad al Patrimonio para personas con discapacidad o movilidad reducida.
El complemento perfecto, si no podemos volar en el exterior o acudir a un yacimiento, es nuestra actividad Arqueovuelos en el Aula. En este caso podemos disfrutar de la inmersión en vuelo bajo techo, con un vídeo aéreo previamente editado con rótulos explicativos y que emitimos en modo inalámbrico.
Por supuesto, ambas propuestas se acompañan de otras actividades divulgativas previas, como una introducción a la época histórica que vamos a visitar y otros ejemplos de usos de la tecnología dron en todos sus campos de aplicación.
Tendrás que venir para descubrirlo y sentir la emoción de volar ¿Te unes al pasaje?
Fly Over The Past
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